Cuando supe que te ibas tan lejos de mi, mi alma suspiro tristeza amarga, dejandome caer como saco de arena a la cama.
Mis ojos se transformaron en agua cristalina, y no dejaron de correr como río hasta que se astiaron de hacerlo.
Perdí las ganas de sonreír por un momento, perdiendo la fe de que volvería a hacerlo, la desesperación de no querer estar en ese lugar era tan grande, que mi mente se transformo en una cueva oscura, llevandome a lugares que ni yo conocía.
Te perdí, como aquel niño que juega con una piedra y la tira al río, como el petalo que envejece y cae, y el viento la hecha a volar, te perdí; mi alma negra esta, como la oscuridad mas oscura vista en la vida... como las noches opacas que rodean la tierra.
Me hundo en lo que no es profundo, caigo en lo que no es blando, y siento tanto dolor que mi lloro es intenso y desesperado.
¡¿Cuánto perdí por quererte por 5 minutos?!, luego dijiste adiós y todo acabo... que tristeza mas amarga la que tengo en mi boca, la que no suda ni seca, la que queda en el aire pegando fuerte como soplos de arenas en las dunas.
Sé que un día volverás, pero también sé que no será lo mismo entre los dos, las cosas cambiarán, lo mismo sucede cada día, cambia todo¡
Esto es a lo que llamo, "la brisa de la muerte enamorada" (una parte de una canción de Fito Paez)
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