26 diciembre 2010

Hay veces que te repiten una y otra vez las cosas... pero es increible cuando Dios lo hace.

Hoy, en clases de niños, leí un versículo que calza perfecto a mi vida, a muchas cosas que suceden rutinariamente en mi cabeza... "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora" (Eclesiástes 3:1); cuando lo leí quede ¡plop¡, porque me dije: "ya¡ YA¡ si sé... pero sé que debes recordarmelo porque lo olvido y me coloco más ansiosa de lo que soy :)".

Las cosas que queremos con tanta ansiedad, sucede que tanto la anhelamos, que demoran en llegar, y cuando olvidamos esa ansiedad por aquella cosa, llega sin esperar... seguramente, no soy la única con deseos en su interior, ocultos por mucho, mucho tiempo, que lo olvidas, y de repente aparecen nuevamente; recuerden, (como Dios lo hace en mi), que todo tiene su tiempo, y mucho más las cosas que deseamos de corazón.

"El tiempo se acorta en tu mirar / no dejes que el suelte tu mano / y el olvido te deje sin hablar / sin observar lo que tienes en tu razón. / Secuestra al tiempo, / deja que el te guie como las nubes por el cielo / canta sin miedo / y sé quien eres en realidad"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Secuestra al tiempo, deja que el te guie como las nubes por el cielo, canta sin miedo, sé quien eres en realidad

Es emocionante cuando él nos hace un click y nos dice sin esperar ciertas sabidurías...